Beltrán Briones, una de las voces más influyentes del real estate argentino, volvió a posicionarse en el centro de la escena durante su reciente entrevista organizada por IES Desarrollos Inmobiliarios. El encuentro reunió a inversores, inmobiliarios, estudiantes y referentes del sector, y se convirtió en un espacio de análisis profundo sobre un mercado que vuelve a mostrar señales claras de reactivación. Con su estilo directo y accesible, Briones ofreció una lectura del contexto económico que permitió a los asistentes identificar oportunidades de inversión con mayor seguridad y planificación.

Durante la entrevista, el diálogo entre Beltrán Briones y el equipo de IES Desarrollos Inmobiliarios se articuló de manera fluida, con Alexia Oertlinger (directora de negocios) y Stanley Strachan (gerente fundador) ocupando los roles de moderadores y aportando la perspectiva operativa de una desarrolladora en funcionamiento real. Mientras Briones analizaba el mercado desde un marco técnico, apoyado en su formación en economía, marketing y ventas y su trabajo al frente del Grupo Briones, Alexia y Stanley conducían la conversación en distintos momentos, vinculando cada concepto con las decisiones estratégicas que IES toma en su día a día.

Desde la visión de IES, fundada hace 14 años por Gabriel Luna y Stanley Strachan, la lectura de contexto que Briones plantea coincide con la manera en que la empresa aborda el negocio inmobiliario: desde la compra inteligente de tierras —priorizando ubicaciones con alto potencial de valorización— hasta el entrenamiento y profesionalización de su fuerza de ventas, que trabaja con seguimiento de leads y contacto permanente con los clientes para mejorar la conversión y el asesoramiento. Esta mirada estratégica también se replica en la relación con proveedores y en la compra de materiales, donde el análisis del ciclo económico y de los costos permite optimizar inversiones y garantizar previsibilidad en el desarrollo de los proyectos.

Entre los tópicos alcanzados, Briones analizó un aspecto clave del momento actual: tanto las unidades terminadas como las propiedades en pozo siguen manteniendo precios bajos en términos reales. Si bien el mercado ya muestra señales de recuperación vinculadas al blanqueo de capitales, el superávit fiscal y una balanza comercial favorable, el aumento de valor respecto de 2023 apenas ronda el 20%. Esa diferencia entre mejora macroeconómica y precio todavía contenido es, para él, una “ventana de oportunidad” para el comprador: un período en el que se puede ingresar al mercado antes de que la normalización económica termine de trasladarse al valor del metro cuadrado.

La posible vuelta de los créditos hipotecarios sumaría un factor decisivo. Según Briones, la absorción del stock de unidades usadas empujará los valores hacia arriba y pondrá en evidencia nuevamente las ventajas históricas de comprar en pozo: menor inversión inicial, descuentos frente al producto terminado y oportunidades de reventa al momento de la entrega, con impacto directo en el crecimiento patrimonial del inversor.

Briones también analizó el perfil tradicional del comprador argentino, mayormente concentrado entre los 45 y 55 años, que continúa eligiendo el ladrillo como refugio frente a la volatilidad financiera. Para él, el dólar por sí solo no preserva valor: “tiene inflación en Argentina y debe colocarse en un activo”, afirma. Desde esa lógica, comparó dos esquemas de compra —valor cerrado en dólares o anticipo del 30% más cuotas ajustadas por ICAC— y explicó que mientras para el comprador muchas veces conviene pagar en dólares, para el desarrollador el sistema de anticipo más cuotas en ICAC ofrece mayor estabilidad de costos y previsibilidad operativa.

La elección de las desarrolladoras entre financiar en pesos o dólares, sin embargo, no es universal: depende del momento económico. En gobiernos con tendencia a la devaluación, como el de Alberto Fernández, las cuotas en dólares mantienen mejor poder adquisitivo; en escenarios como el actual, sin devaluación y con inflación concentrada en pesos, financiación en moneda local ajustada por índices como ICAC puede resultar más ventajosa. Comprender el ciclo macroeconómico, insistió, es clave para decidir correctamente.

En un pasaje central de su conferencia, Briones recordó un dato histórico: desde 1970 al 2025, el metro cuadrado aumentó en dólares, lo que significa que el billete estadounidense perdió capacidad de compra cuando se lo mide en metros construidos. Este comportamiento recurrente del mercado refuerza la necesidad de transformar ahorro líquido en activos que preserven valor real a largo plazo.

Así, la entrevista no solo presentó dos visiones paralelas, sino dos perspectivas que dialogaron y se reforzaron mutuamente: la lectura macro y analítica de Briones, y la aplicación práctica de IES en la gestión diaria de una desarrolladora consolidada en el mercado salteño. Esa complementariedad quedó reflejada en el mensaje final del encuentro en el que subrayó hay un mercado que combina señales de recuperación, nuevas herramientas financieras y cambios en la forma de invertir donde la información y la estrategia se vuelven tan valiosas como el ladrillo mismo, tanto para quienes desarrollan como para quienes buscan ampliar su patrimonio.